El agua como recurso finito: qué acciones se pueden realizar en la vida diaria para cuidarla
El agua es una gran y constante preocupación para los chilenos. A 28 años del inicio del Día Mundial del Agua, expertos recomiendan cómo ahorrar y cuidar este importante recurso.
Hoy se celebra un nuevo Día Mundial del Agua, iniciativa que cumple 28 años. Desde aquel lejano 1993, se ha trabajado por la conservación, el desarrollo y el buen uso de los recursos hídricos.
El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para recordar la relevancia de este líquido esencial, explica la ONU en su página web. Pero pese a los múltiples esfuerzos para resguardar y regular su uso, la situación sigue siendo compleja. Solo en Chile y según el último Balance Hídrico Nacional confirmó lo grave de su disponibilidad en Chile hace más de una década, situación agravada con una gran megasequía, la peor de la historia. El documento, emitido por la Dirección General de Aguas, proyecta escasez de agua de hasta 50% y alza de temperatura de hasta 2,5°C en las próximas décadas.
LaIX Encuesta de Actitudes hacia el Medio Ambiente de la Universidad Andrés Bello reveló la importancia del agua para los ciudadanos. Al consultar por los temas más importantes en la redacción de una nueva constitución, los cinco más mencionados por los encuestados son salud (65%), educación (58%), pensiones (44%), medioambiente (38%) y agua (25%).
Pero pese a lo complejo del escenario, existen opciones para ahorrar y cuidar este importante recurso hídrico.Francisco Correa, Dr. en Ciencias Ambientales e investigador de la Universidad Autónoma de Chile, señala que la situación del agua en Chile es heterogénea, “en términos de cantidad, en el norte del país que es escasa, mientras que en el sur es abundante. También existe una gran diversidad de ecosistemas acuáticos, con humedales y ríos, que en su mayor parte están intervenidos”.
Brandon Aravena, académico de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, egresado de la Universidad Autónoma de Chile, explica que nuestra responsabilidad como ciudadanos y ciudadanas es cuidar el recurso hídrico y cautelar que los organismos responsables de su gestión también lo hagan.
En el día a día, “además de cerrar la llave al lavarnos los dientes y tomar duchas cortas, debemos estar informados de la huella hídrica de los productos y servicios que consumimos, conocer la cantidad de agua que se necesitó para producirlos. ¿Cuántos litros se gastaron en mi manzana del desayuno, en la polera que uso o en la carne que como? Esa información debería estar disponible para la ciudadanía”, señala Aravena.
Correa argumenta que los cambios en los cursos de agua, “son procesos relacionados con el hombre, relativos al ser humano. Somos nosotros quienes hemos modificado, por ejemplo, los bosques de ribera que protegen estos ecosistemas (bosques que están a orillas de un río o mar), hemos incorporado sustancias químicas y contaminantes, los que derivan en los ríos”.
Aravena, autor (junto a Inmaculada Simón) del libro “El ciclo hidrosocial”, un documento elaborado por el Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma, que habla de cómo el agua no es un recurso infinito y cómo se ha visto afectado por la acción humana, recomienda que para ahorrar y preservar este recurso tan importante, debemos “informarnos. La nueva cultura del agua propone aumentar nuestro conocimiento sobre ella para favorecer su desarrollo sostenible”.
Fuente : La Tercera